Categoría: Guía para lectores de Diario de un gigoló

GUÍA PARA LECTORES DE DIARIO DE UN GIGOLÓ I


DIARIO DE UN GIGOLÓ

UNA GUÍA PARA EL LECTOR

NOTA INTRODUCTORIA

La complejidad de la trama de este culebrón erótico es un auténtico laberinto, incluso para el autor, mucho más para el lector que se encuentra constantemente con personajes nuevos y con saltos en el tiempo y en las historias que lo despistan por completo. El lector poco avisado que cae sobre un capítulo por casualidad se siente tan perdido como un elefante en una cacharrería.

Para ayudar al lector a situar cada capítulo en su contexto cronológico, topográfico y a cada personaje en su rama, como cada mochuelo en su olivo, y sobre todo para ayudar al autor a no perderse en el ramaje de esta especie de secuoya erótica he confeccionado esta guía donde cada lector podrá buscar al personaje correspondiente o el capítulo de la historia que esté leyendo en ese momento. Para el autor será una valiosa herramienta a la hora de situar cada parte de la historia en el trozo de puzzle que corresponda.

GUÌA CRONOLÓGICA, TOPOGRÁFICA Y DE PERSONAJES

ENTORNO ESPACIO-TEMPORAL

CRONOLOGÍA

Se supone que la historia se inicia hacia 1973, el dictador aún no ha fallecido. Nuestro protagonista está estudiando psicología en una universidad madrileña y al mismo tiempo trabajo en lo que puede para conseguir pagarse los estudios y para sus gastos. Sus padres le ayudan muy poco, si es que le ayudan, y necesita trabajar por las noches, como portero de discoteca o como camarero. Al comienzo de la historia nuestro personaje trabaja en el pub de Paco, donde es descubierto por la coprotagonista de la historia, Lilian o Lily para los amigos, una madame muy original, creativa y sorprendente, quien por cierto se parece un poco a Joan Collins, sí, exacto, la actriz de la serie Dinastía, entre otras.

Aunque durante la novela no se dan fechas concretas ni se sitúan los episodios en un momento concreto del tiempo, sí podemos decir que el protagonista comienza los estudios en una universidad madrileña, que pudiera ser la Complutense o cualquier otra, entre 1970 y 1973. Su reclutamiento como gigoló por Lily se sitúa antes de la muerte del dictador, sin especificar fechas.

Su primera etapa que podría durar dos o tres años, estaría entre 1974 y 1977, es decir, le pillaría la muerte del dictador y el comienzo de la transición. El resto de la historia bien podría llegar hasta 1982, más o menos, momento en el que aparece el SIDA y nuestro protagonista decide jubilarse. No se concretan fechas, aunque por los acontecimientos históricos que se mencionan el lector puede hacerse una idea bastante cabal.

ESPACIO

Estamos en Madrid, el Madrid de los últimos tiempos del franquismo y los primeros de la transición. Como el autor estuvo durante ese periodo en Madrid, más o menos, se supone que lo que nos cuente de ese entorno y ese tiempo tiene algún punto de realidad, aunque debe advertir que todo lo que sucede en la historia es absolutamente ficticio y surgido de su imaginación. En realidad en aquel espacio y en aquel tiempo aún no estaba muy en boga la prostitución masculina, que aunque existente era algo tan discreto que solo te enterabas de algo si alguien que estaba en el ajo te lo contaba. El destape, las revistas de desnudos y todo aquel «boom» sexual de la transición bien hubieran podido propiciar una historia parecida a la que se cuenta en esta novela, aunque todo es tan delirante que hasta el lector más despistado se da cuenta de que esto es pura fantasía, pura imaginación, una especie de tomadura de pelo con mucho humor y que ni el Madrid que se describe es el Madrid real, ni el entorno del negocio de la prostitución, tal como se cuenta, existió nunca, ni esa especie de limbo de prostitutos para damas de alta clase tiene mucho que ver con la cruda y dura realidad de esa lacra social que es la prostitución, que se ha convertido en un negocio muy rentable a lo largo de la historia y donde tantas mujer, especialmente mujeres, han sido esclavizadas y destrozadas para que los machos que no podían seducir a mujeres con su personalidad las pudieran comprar a traficantes de carne humana. Los lectores saben desde el principio que esta no es una historia real y por lo tanto el autor no se hace responsable de que la realidad sea muy diferente a como la cuenta.

HISTORIA Y ESTRUCTURA NARRATIVA

Se puede decir que la mayor parte de la historia se cuenta en un flashback. El protagonista se está dando un baño en la bañera de su apartamento cuando suena el teléfono y tiene que salir desnudo de la bañera para atenderlo. Es Marta, una cliente de la que está enamorado. Le pide una cita y un favor. Él accede y regresa a la bañera. Es allí cuando se produce el flashback recordando cómo fue reclutado por Lily para su negocio de prostitución y se inició su vida como gigoló.

La estructura es muy compleja, hasta el punto de que la historia principal es dividida en secciones: Cien mujeres en la vida de un gigoló; Las orgías de Lily; Los famosos de Lily, etc etc. La historia principal nos cuenta, como si fuera el tronco, lo principal, mientras que cuando hay que detenerse en historias particulares, salen las ramas y se van encuadrando en las diferentes secciones.

Para un lector no avisado toda la historia parecerá una delirante tomadura de pelo, pero hay que llegar al final para situarla en su verdadero contexto. El final explica todo lo que durante la narración pareció algo fantástico e inverosímil, pero no voy a desvelarlo porque eso le quitaría todo el suspense.

ADVERTENCIA

Debo advertir que la historia de Diario de un gigoló es para adultos, aunque tal como están los tiempos y las «mores» o costumbres, esta advertencia resulta ridícula y surrealista. Muchos adolescentes de hoy en día sabrán mucho más de sexo y habrán tenido más experiencias sexuales de todo tipo que el autor, pero como nuestra sociedad es como es, bastante hipócrita, y donde al parecer alguien supone que un adolescente no puede tener relaciones sexuales antes de llegar a la mayoría de edad y que las relaciones sexuales entre un adulto y un joven de 16 años, pongamos por caso, están en la línea roja de la legalidad, vamos a dejar esta advertencia a efectos legales, aunque con franqueza a mí casi me da la risa. Muchos adolescente podrían asesorarme para escribir esta novela.

Todo lo que se cuenta es pura ficción, el autor jamás vivió experiencias parecidas y jamás las vivirá. El autor es consciente de que la sexualidad humana no funciona así exactamente y que algunas cosas son imposibles físicamente, aunque se intentan hacer verosímiles gracias a los inventos de otro profesor chiflado, un sueco que trabaja en unos laboratorios en aquel país en una empresa farmacéutica de la que Lily es propietaria.

Los capítulos que comenzaré a subir son puramente narrativos y en ellos no hay prácticamente ninguna escena de sexo por lo que entiendo pueden ser leídos con la misma «asepsia» con la que se leería un relato normal.

Espero que les guste.