TALLER DE NOVELA/TERCERA ETAPA/ EL NARRADOR
Si en una novela la historia es fundamental y los personajes esenciales el narrador será quien incline el fiel de la balanza. Un buen narrador puede salvar una mala historia y un pésimo narrador puede convertir en un “churro” una excelente historia.
ELECCIÓN DEL NARRADOR
Una vez que tenemos desarrollada la historia suficientemente y bien estructurada, con los personajes esbozados, ha llegado el momento de elegir el narrador y ver cómo funciona el elegido. Básicamente se nos ofrecen dos posibilidades: la primera y la tercera persona, con sus correspondientes matices y perspectivas.
PRIMERA PERSONA
Tiene la ventaja de hacer muy próxima la historia para el lector, darle mucha emotividad y una perspectiva única de estar dentro de la historia. Tiene la desventaja de obligar al autor a superar sus inhibiciones, a explotar como escritor, a hacer un esfuerzo extra y sin la garantía de que funcione. Un mal narrador en primera persona puede hacer ridícula una historia, pero en cambio un excelente narrador en primera persona puede agarrar, metafóricamente, al lector por el cuello o por las entrañas y hacerle vivir en primera persona y con toda intensidad secuencias que de otra forma le hubieran dicho muy poco.
>En mi caso me gusta tanto la primera persona que la utilizo en la mayoría de mis historias. Incluso algunas que inicio en tercera persona luego me doy cuenta de que funcionan mucho mejor en primera. He superado inhibiciones y he perdido la vergüenza, algo que para un narrador en primera persona resultan a veces obstáculos insalvables. No me importa lo que piense el lector de mí, el autor, puede que se crea todo lo que cuento como si lo hubiera vivido realmente y que me juzgue con dureza o puede que piense en cómo será el autor para ser capaz de describir ciertas escenas en primera persona o convertirse en un auténtico monstruo, un asesino en serie, un violador, un miserable capaz de cometer las mayores atrocidades. Es cierto que la narración en primera persona se parece mucho a la interpretación del Actor`s Studio, del método Stanislasky, en el que los actores se meten literalmente en la piel de sus personajes. Esto tiene un grave peligro, por ejemplo Bela Lugosi, que interpretara a Drácula en el cine, llegó a trastornarse tanto que dormía en un ataúd, como si fuera realmente un vampiro. Por eso hay que estar muy equilibrado y conservar siempre la cordura cuando contamos historias terribles en primera persona.
>Recuerdo que comencé a escribir Historia de un gigoló en primera persona y tuve que desistir y transformarlo en Diario de un gigoló, porque no funcionaba en absoluto, resultaba ridículo. El paso a primera persona me obligó a un esfuerzo importante, dado que por haber recibido una educación represiva en un colegio religioso, durante mi juventud tuve serios problemas con las mujeres y con los años me vi obligado a superar aquella represión inconsciente a base de pura voluntad. Esto se nota en los primeros episodios que al releerlos me resultan un tanto ridículos y pacatos. Y se notará en los últimos, en los que el lector podría llegar a preguntarse si realmente el autor fue un gigoló y si lo que cuenta lo vivió realmente. Un autor que narra en primera persona se ve obligado a evolucionar muy a fondo con cada historia que cuenta. En este caso la historia se resiente porque el autor no ha vivido las experiencias que cuenta el protagonista y se ve obligado a un intenso ejercicio de imaginación que muchas veces no pasa desapercibido al lector. En este caso tiene la ventaja de que es muy agradable, pero no lo sería en el caso de la narración de un thriller contado en primera persona por un asesino en serie.
TERCERA PERSONA
Nos permite un distanciamiento de la historia, mayores posibilidades y en el caso del narrador omnisciente llegar hasta donde nunca podrían llegar el resto de los narradores. Pero tiene sus desventajas, en ciertas historias al lector le cuesta meterse dentro con un narrador frío y distante. El narrador omnisciente es bastante artificial y el narrador testigo tiene unas claras limitaciones que en algunas historias son obstáculos insalvables.
No obstante a veces resulta imprescindible la tercera persona y en ciertas historias funciona mucho mejor. Es el caso de mi novela corta Un viaje sin retorno. Teniendo en cuenta la personalidad del protagonista, un adolescente con severas patologías, la narración en primera persona hubiera sido muy difícil y aunque nos hubiera acercado más al personaje le hubiera restado mucho efecto dramático, que es lo que se pretendía.
DEBERES O TAREAS PARA ESTA QUINCENA
Cada participante deberá escribir varios párrafos o una secuencia de la historia que ya tiene esbozada y desarrollada, bien el inicio de la misma o cualquier otra secuencia intermedia. Lo hará en primera persona y luego en tercera o al revés. Esto nos ayudará a vislumbrar las posibilidades que tiene cada persona y a elegir el narrador. Si alguno se atreve puede también escribir la misma secuencia con un narrador omnisciente o testigo o cualquier otra variante de la tercera persona. Finalmente el participante elegirá el narrador y razonará por qué lo ha elegido.
RESUMEN
El narrador puede transformar una historia. La primera persona es cercana e intensa pero exige un esfuerzo extra al autor que no siempre resulta recompensado. Exige del autor superar inhibiciones, complejos, vergüenzas y una gran capacidad de empatía para meterse en la piel de los personajes. La tercera persona es distante, cómoda y permite mayor recorrido pero tiene la desventaja de que el lector puede sentirse muy alejado de lo que se cuenta.