Categoría: CANCIONES PARA LA SOLEDAD

CANCIONES PARA LA SOLEDAD VII


LA HISTORIA DE UN PERDEDOR

Esta es mi historia,

la historia de un perdedor.

Dame un cigarrillo, mi amor,

sírveme la última copa,

abre la puerta y márchate.

No necesito una madre,

ya tuve una y quiso

gobernar toda mi vida.

Enciéndeme el pitillo,

abre la puerta y vete.

No necesito un sargento,

que me prepare para la guerra.

Ya tuve uno y casi me mata.

Odio todas las guerras.

necesito que me preparen para el amor,

no que me pongan el cuchillo entre los dientes.

Sírvete la última copa

y brinda conmigo

por lo que no pudo ser.

Abre la puerta y vete.

No necesito un jefe bonito

que me diga a todas horas

lo que tengo que hacer.

Ya tuve uno y transformó

mi vida en un infierno.

Dedícame una última sonrisa.

Abre la puerta y vete.

Si el Dios, bueno y todopoderoso,

me concedió el don de la libertad,

no pretendas arrebatarmelo

alegando que no tengo razón.

Dios sabe muy bien que no la tengo,

pero no me ha destruido con el fuego divino.

No aceptaré de nadie inferior a Dios

que pretenda hacerme su esclavo.

La libertad es el tesoro más preciado,

si no eres capaz de concedérmelo,

es que no eres capaz de amar.

Abre la puerta y vete sin volver atrás.

No me vengas ahora con la vieja monserga.

Eso de que te hiciste mi esclava,

porque me amas más que a tu vida.

Si no eres capaz de darte la libertad

es que no eres capaz de amar.

Dame un último beso, y si me lo dieras

no lo hagas por falsa compasión.

Abre la pueta y vete sin mirar atrás.

No temas por mi trágico destino.

Lo elegí libre y voluntariamente.

Acepto mi triste historia,

la historia de un perdedor.

Nunca fui una oveja del rebaño.

La libertad es un don divino.

No me vengas ahora con la vieja monserga.

Eso de que me diste la vida.

Mi madre me la dio una vez

y luego quiso gobernarlo todo.

No saques tus deudas del cajón

yo tengo las mías enterradas bajo tierra.

En el amor no se cobran pagarés,

es un eterno viaje hacia el infinito,

en un frágil bote de dos remos.

El riesgo de naufragio va con el billete.

Abre la puerta y vete, sin volver atrás.

Yo voy a emborracharme hasta las heces,

hasta la absoluta inconsciencia.

Abre la puerta y vete, sin volver atrás.

Lo que haya de ser. será.

Ni un solo pelo de nuestra cabeza

cae sin que lo sepan en lo alto.

Puedes reprocharme que la culpa es mía,

si así calmas tu pudorosa conciencia.

El amor es un frágil bote con dos remos,

que una vez inició un eterno viaje

hacia el infinito titilante de estrellas.

Dame un último cigarrillo, mi amor,

sírveme la última copa, sírvete otra,

y dame un último beso antes de brindar

por lo que no alcanzamos en el salto.

Arrójame tus deudas a la cara,

a la cara del que nunca tuvo razón,

si eso calma el dolor de la despedida.

No me levantaré para decirte adiós.

Estoy tan cansado,

tan terriblemente cansado

que voy a dormir mil años

y si alguna vez despierto,

espero ver el rostro de Dios

riéndose a mandíbula batiente.

Era una broma, pobre pardillo,

solo yo puedo amar sin dolor.

CANCIONES PARA LA SOLEDAD VI


YO NO NACÍ, ME NACIERON

           BASADO EN LA CANCIÓN QUEEN OF DENMARK DE JOHN GRANT

Odio la vida porque está saturada de odio.

No soporto tanto odio que respiro con el aire.

Sé que hay buenas personas, pero para encontrarlas

Debo moverme por el infierno como un condenado

Dantesco que buscara flores en conos de volcanes.

Sé que en el infierno no puede haber buenas personas,

Dicen que todas están en el cielo, en el paraíso,

Pero yo estoy en el infierno, condenado

Por pecados que no recuerdo haber cometido.

No tengo alas para volar hacia arriba,

Donde dicen que están los cielos.

Solo puedo esperar encontrarme con algún error.

Que el tribunal apocalíptico del Juicio Final

Se equivocara con una buena persona

Y la mandara al infierno por un error burocrático.

Como Sísifo subo la enorme piedra colgada de mi cuello

Por la agreste ladera de la montaña más alta del infierno

Confiando que al llegar a lo más alto, un alma buena

Me abrace con cariño y quite la piedra de mis hombros.

Pero nunca sucede. Almas miserables me empujan

Una y otra vez hacia el abismo tenebroso

Rodando sobre trincheras con cuerpos destrozados,

Mientras caen las bombas y soplan los misiles,

Mientras los drones enfocan sus haces infrarrojos

Hacia el movimiento de mi cuerpo condenado.

En el valle de la muerte los demonios asaltan

A mujeres indefensas, las violan y las matan.

Y luego siguen con los niños que lloran escondidos

Y aún les parece poco y se revuelcan en una orgía

De odio, donde la guerra nuclear les parece una bendición,

Donde el holocausto es un paraíso terrenal.

Quiero salir de este infierno sin esperanza,

Quiero volar hacia los cielos límpidos

Quiero encontrar almas buenas y hermosas.

Quiero retroceder hasta el útero materno

Y decidir que no quiero nacer en este infierno.

Quiero alejarme de todos estos demonios

Que me persiguen como si me odiaran por algo.

Y así, un día tras otro, debo subir la enorme piedra

Hasta lo alto del Himalaya de la oscuridad.

Y allí de nuevo un ser vestido de número

Un monstruo con múltiples caretas

De político sin escrúpulos, un populachero

De boca soez y pensamientos criminales,

De vendedores de burbujas, de pompas de jabón,

Que hacen explotar en cuanto les llega la transferencia,

De feriantes de pacotilla que te nublan los ojos

Con fama de un minuto y sueños de grandeza,

De mentirosos compulsivos que visten la verdad

Con colores chillones, según sople el aire,

Y de nuevo allí un número enmascarado

Me arroja al abismo de los números,

Donde soy un miserable cero a la izquierda.

Mientras ruedo cuesta abajo veo animales destripados.

Bosques incendiados, ballenas suicidadas en la arena,

Lluvias torrenciales arrastrando casas, ahogando humanos,

Calores tórridos que quiebran las piedras y secan las pieles,

Banderas blancas horadadas por balas silenciosas,

Dogmáticos desencajados que creen que el odio es su salvación,

Fronteras espinosas entre los elegidos y los marginados,

Almas candorosas arrebatadas por vientos huracanados,

Cementerios de sueños entre montones de basura.

Quiero un poco de cariño, de quien sea, de lo que sea.

Quiero ser puro. Lavado por las lágrimas del sufrimiento.

Quiero regresar a la nada, la madre de criaturas sin nombre.

Quiero olvidarme de los demonios que quieren comprar mi alma.

Quiero escuchar la música de las esferas antes de morir.

Quiero morir en la cima de la oscuridad de los infiernos.

Quiero que mi sangre riegue los campos de odio.

Quiero que fructifique una nueva humanidad que no veré.

Quiero sentir el frescor de la desesperanza compasiva.

Porque yo no nací. Me nacieron.

CANCIONES PARA LA SOLEDAD V


 

NOTA. La musa es impredecible. Ya puedes esperarla sentado en un lugar romántico, a una mesa, con velas y una exquisita cena, sino quiere aparecer, no aparece. Es lo que me ha pasado con la promesa de poner nueva letra a esta maravillosa música de Bizet. No encontraba el tono ni la historia… hasta que de pronto se me ocurrió pensar en un hombre maduro, bajando ya por el tobogán de la vida, que se enamora de una chica muy joven y lo que resulta muy curioso (lo anterior no tiene nada de curioso), que la chica joven se enamore perdidamente de él. Es una historia de amor imposible, y ahí sí que encontré el tono y las palabras, aunque no estoy muy satisfecho porque los versos deberían haber fluido con mayor facilidad, pero no se puede pedir que tras esperar tanto a la musa me ponga “tiquismiquis” con ella.

SUEÑO DE AMOR

Te perdí antes de encontrarte
y te encontré al perderte.
Todo fue un sueño,
un maravilloso sueño de amor.

Encontré tu sonrisa
al final del camino
como un pobre mendigo
buscando la mañana,
tras una oscura
y fría noche.

Tu mirada, azul,
como el cielo
y cálida,
como el corazón
de una supernova
disipó las telarañas
de un corazón enmohecido.

Todo fue un sueño,
Un maravilloso sueño de amor.

Tu cuerpo esplendoroso
de rubia diosa
de un mundo perdido
calentó mis frágiles huesos.
y encendió el fuego
inextinguible de la pasión amorosa.

Te ofreciste con una sonrisa,
con balbuceos románticos,
con la generosidad absoluta
del amor infinito.

Todo fue un sueño,
Un maravilloso sueño de amor.

Tu mirada, alegre,
Como juguetona campanilla,
miró en el interior
de un cuerpo gastado,
de un corazón maltratado,
de hombre maduro,
cínico y desesperanzado.

Me enamoré de ti, amor mío,
Como se enamoraría
un adolescente de sus
más hermosos sueños.
Acepté tus cálidas palabras,
como la oscuridad
recobra la palabra creadora.

Fiat lux y la luz se hizo
en un universo que comienza,
en medio de una nada absoluta.
Fuiste la luz en mi noche
el fuego en la llanura polar
la esperanza en medio de la desolación.

Todo fue un sueño,
Un maravilloso sueño de amor.

Soñé con tu cuerpo desnudo,
entregado en el acto del amor.
Con tus besos apasionados,
con tu mirada luminosa,
con tu éxtasis feliz
entre mis brazos temblorosos.

Soñé que el tiempo
se había detenido
y que en la puerta
de la eternidad
me esperabas tú,
la diosa amorosa,
que premia al caminante
cansado
al peregrino sediento
al viajero del tiempo
con los pies llagados
con el alma enlutada.

Todo fue un sueño,
Un maravilloso sueño de amor.

Soñé que todo era posible
que el milagro se había realizado,
que el alma se había hecho carne
que el alba por fin había llegado
que el sol era mujer
y sus rayos eran tu cuerpo entregado.

Soñé que al fin te había encontrado
tras vidas sin aliento
persiguiendo un sueño.

Soñé que nada detendría
el ritmo de nuestros corazones
galopando hacia la felicidad.

Soñé que nada nos separaría
ni el tiempo ni el espacio
ni el destino ni el castigo
ni la luz ni las tinieblas.

Soñé contigo, amor mío,
y la primavera terminó con el invierno
y los árboles florecieron
y los colores regresaron
y las flores se abrían a mis labios.
Soñé contigo, mi amor,
y ya nunca quise despertar.

Todo fue un sueño
Un maravilloso sueño de amor.

CANCIONES PARA LA SOLEDAD IV


 

Dedicado con amor fraterno a Federico García Lorca, dedicado a Leonard Cohen y a Perurena que fue quien me sugirió que pusiera otra letra a esta canción de Leonard Cohen. He tardado algún tiempo porque la inspiración llega cuando quiere y siempre me pilla por sorpresa. Esta vez conduciendo, me puse a recitar en voz alta mientras escuchaba la canción que repetí varias veces hasta completar la historia, porque toda canción es una historia. Cuando pude parar y anotarla en mi libreta las palabras eran distintas, no sé si mejores o peores, pero el sentimiento no había cambiado. Nunca imaginé que la letra me saliera tan sentida.

BAILA ESTE VALS

EL VALS DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

Mientras en Viena
Bailan este vals
Gruesos goterones de sangre
Caen sobre la tierra yerma,
Por el odio fratricida.
Se desprenden de la pálida luna
Como amargos lagrimones.

Y la luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos
Y el niño la mira, mira
Y el niño la está mirando.

Fui poeta en Nueva York,
Fui juglar en Andalucía
Y teatrero en España.

Viví como quise vivir,
Con sangre en el corazón,
Con miedo en el alma
Y con música en la boca.

Quiero bailar este
Último vals
Con la muerte desnuda,
Aferrado a su pálido esqueleto.
Que sus huesudas caderas
Opriman mi vientre.
Que me bese
Su hedionda boca
Y mirar sus cuencas vacías
Mientras los fusiles
Me apuntan al pecho
Y la tierra comienza
A empaparse de sangre.

Que lloren los negros en Harlem,
Que se tiñan de rojo
Las riveras del Hudson.
Quiero reposar
Sobre el arbóreo pecho
Del viejo Walt Whitman.

Nunca encontrarán mi cuerpo
Porque quiero que mi alma planee
Declamando versos
Sobre los campos de España.

Caminé los caminos del pueblo
Y bebí de sus vientos,
Porque la verdad estará siempre
En el vino que sudan los labriegos
Y que otros se beben en convites
Y en el aceite de la vida
Que otros almacenan
En ánforas de plata y oro.

Porque el vals de la arrogancia
Se baila en salones palaciegos,
Del gemido de las víctimas, lejos,
Sobre alfombras costosas
Que ocultan la sangre derramada.

Quiero bailar este vals
Con la muerte desnuda.
Me quitarán la vida,
Pero nunca podrán
Arrebatarme
La poesía, la belleza y el amor.

Viví como quise vivir,
Con sangre en el corazón,
Con miedo en el alma
Y con música en la boca.

Que bailen, que bailen
Este vals en Viena,
Que dancen, que dancen
Que sigan danzando
El vals de la indiferencia.

Viví como quise vivir
Con sangre en el corazón,
Con miedo en el alma,
Con música en la boca.

CANCIONES PARA LA SOLEDAD III


CANCIONES PARA LA SOLEDAD III

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PARAFRASEANDO A LEONARD COHEN

NOTA INTRODUCTORIA: Hace unos días me puse a buscar como un loco una letra para una canción de Leonard Cohen que había escrito hace dos o tres años, tal vez más. Recuerdo que hacía un viaje largo, solo, y venía escuchando canciones de Leonard Cohen. Como suelo hacer siempre que viajo solo, dejé que mi fantasía me llevara por sus caminos inexplorados. A lo largo de los viajes se me suelen ocurrir grandes ideas para relatos, pero esta vez me dio por ponerle letra a la canción de Leonard de la que no sabía ni el título. Como no entiendo nada de inglés y la canción me sugería tanto decidí ponerle mi propia letra, como ya había hecho con alguna otra.

Recuerdo que me detuve en un área de descanso y mientras contemplaba la puesta de sol me puse a escribir en la libreta que siempre llevo conmigo. Mientras esbozaba la letra escuché una y otra vez la canción. Cuando terminé me puse en camino y cambié de música porque aquella canción me estaba obsesionando.

Sabía que la había escrito en una libreta pequeña que tenía un formato que no me gusta mucho, por eso suelo comprar pocas y solo cuando no encuentro de otros formatos. Pues bien, me puse a buscar en esas libretas y no encontré la canción. Decidí ampliar la búsqueda a otras libretas de otros formatos y con otras cronologías porque también me suele ocurrir que me quedo sin libretas y tengo que buscar alguna que no haya completado, por eso no me puedo fiar de la cronología de mis libretas y cuadernos. Me pasé un buen rato buscando y al final, ya casi desesperado, decidí repasar las libretas del formato raro porque se me había quedado en la cabeza que había escrito la letra en una de ellas. Repasé hoja por hoja… y allí estaba. No me había equivocado. Es mejor fiarse del subconsciente que de nuestra memoria convencional, funciona mejor. Cuando terminé de pasarla al ordenador me puse a buscar la canción y también me armé un lío porque solo sabía que había un mariachi. Encontré la canción pero cuando leí la letra traducida no me encajaba. Tuve que buscar el cedé con las canciones de Leonard que había escuchado en el viaje y que había «codificado» en la libreta con una letra y un número. En efecto, ambas canciones coincidían. Al repasar la letra fui consciente de que aunque ambas tienen un regustillo melancólico y tratan de un protagonista solitario, la mía estaba bastante alejada de la suya.

¡Cómo se puede escribir en medio de semejante caos! Para mí es un misterio. A veces tardo más en encontrar algo que he escrito hace tiempo que lo que tardé en escribirlo. He intentado organizarme por todos los medios, con índices, con tablas en el ordenador ordenando lo escrito durante una época, intentando utilizar una sola libreta o cuaderno para una sola historia, pero es inútil, siempre acabo escribiendo donde me parece, me olvido de registrar en el índice la historia y si lo he pasado en el ordenador nunca sé en qué carpeta lo puse, si en textos actuales o en textos muy actuales o textos en los que estoy trabajando. Escribir de esta manera es un tormento pero no soy capaz de hacerlo de otra manera, así que tendré que aceptarlo. Ya me he puesto con la canción que me sugirió Perurena. No sé cuándo la terminaré y si cuando la termine la encontraré. A Dante se le olvidó poner un círculo infernal para los escritores caóticos.

CANCIÓN DEL VAGABUNDO

UN MARIACHI EN LA NOCHE

Suena un mariachi en la noche
mientras contemplo las alegres llamaradas
que despide la hoguera sobre una playa desierta.
Me emociona su dulce trompeta
que me sume en una dulce melancolía.

Soy un vagabundo sin metas
que recorre los caminos
cantando viejas canciones
que brotan de un corazón malherido.

He intentando quebrar los barrotes
que me encierran en una prisión invisible.

No busco trabajo, no pido favores,
no soporto la compasión de las almas sensibles
Solo quiero que no me molesten
mientras entono mis viejas canciones de amor.

Mientras suena un mariachi en la noche
en alguna fiesta cercana,
bebo de mi botella de vino barato
y recuerdo la puesta de sol que contemplé
sentado en esta playa desierta.
La mirada enrojecida del sol
no me pidió un ticket
para disfrutar de su rostro generoso.
Mientras ,suena esa triste canción,
tocada por un mariachi en la noche
y la melancólica trompeta llama
a la fiesta de los corazones rotos
siento que la vida es bella
a pesar de todo y de todos
y bebo de mi sucia botella
el sólido vino del olvido.

La noche ya cayó sobre la playa desierta
en este lugar de cualquier mundo perdido.
Mi corazón se estremece al compás de la música
que llega como una suave brisa
sobre el rumor del oceánico oleaje.

Y la tristeza me invade con el dulce sabor
de los días perdidos en los caminos polvorientos.

Hecho de menos la sonrisa compartida
de los viejos amigos que se pasan la botella
mientras entonan desgarradas baladas de amor
y la triste mirada de la mujer que me vio partir.

Ya no puedo regresar por los viejos caminos
a lo que un día llamé mi dulce hogar.
Nunca tuve nada y nada tengo.
Solo me acompañan los recuerdos
y mis melancólicas baladas de amor.

Suena de nuevo la melancólica trompeta
llamando al recuerdo de lo que no pudo ser
y las guitarras rasgan el aire oscuro.
Nada hay para quien tiene los bolsillos vacíos
excepto este cielo estrellado sobre la playa desierta,
la soledad de las noches claras,
el rumor del oleaje contra la arena
y esa triste canción apenas susurrada
mirando la hoguera que agoniza
y ese último trago al compás
de esa dulce y maravillosa trompeta.

El mariachi está tocando en una fiesta cercana
a la que no he sido invitado, porque nadie invita
a un viejo vagabundo con los bolsillos vacíos.

Contemplo la oscuridad de la noche
y mis ojos se humedecen por la brisa.
La música se va acercando sobre la playa desierta.
La fiesta ya ha terminado
en el refugio de los corazones rotos
y el mariachi viene caminando sin prisa
antes de recogerse en las sórdidas
habitaciones de cualquier sórdido motél.

Una bella mujer baila sobre la arena
moviendo sus juveniles caderas
y su falda revolotea al compás de la música
dejando ver sus muslos de diosa morena.

Ella no será nunca para mí
solo soy un viejo vagabundo
con los bolsillos vacíos
que entona tristes baladas
mientras recorre polvoriento caminos.

Pero al menos he captado su luminosa mirada
al pasar cerca de la agonizante hoguera.
El calor de sus profundos ojos oscuros
entibiará mi vieja y cansada alma
mientras entono la letra que acabo de inventar
para esa música escrita para el club de los corazones rotos,
pensando en sus profundos ojos oscuros
y en la hermosura de sus muslos morenos.
En esa música que me acompañará mañana,
cuando recorra otra vez los viejos caminos polvorientos.

Mientras se aleja el mariachi, en la playa desierta,
bebo un último trago de la sucia botella
y aún tengo tiempo para contemplar
por última vez sus muslos de diosa
sobre los que revolotea la falda multicolor
y para escuchar, embriagado, la melancólica trompeta.

Me acurruco en la arena, buscando el sueño
buscando recorrer los oscuros caminos de la noche,
pero aún puedo ver a la diosa
que vuelve su rostro hacia mí,
una última vez y me envía su mejor sonrisa,
un instante antes de que el sueño arrope
mi viejo corazón triste y cansado.

CANCIONES PARA LA SOLEDAD II


CANCIONES PARA LA SOLEDADI

DÉJAME BAILAR ESTA DANZA CON TU CUERPO DESNUDO

Dedicado a Leonard Cohen, uno de mis cantautores favoritos. La letra está basada en su canción

Dance me to the end of love.

DÉJAME BAILAR ESTA ÚLTIMA DANZA CON TU CUERPO DESNUDO

Paso a paso luché en la vida todas las batallas.
Error tras error aprendí todas las lecciones.
No me preocupan las heridas.
Puedo soportar cualquier dolor,
Pero no me pidas que renuncia a la línea del cielo
Al horizonte donde situé mis sueños
Para que nadie pueda encontrarlos.

No me pidas que baje la cerviz
Que acepte el yugo de una sociedad podrida.
Cuando iniciamos juntos el camino
No teníamos nada, solo nuestros corazones
Latiendo piel con piel
Y éramos felices contemplando juntos
La línea del cielo.
He abandonado Wall Street
Donde un día enterré mis sueños
Porque el amor necesitaba un techo
y los enamorados hermosos trajes
Para cenar en lujosos restaurantes
Y pasear a la luz de la luna
Por los bulevares de los elegidos.
No me pidas que regrese
Para asfaltar tus sueños
con dólares y lingotes de oro.

Quiero escribir una novela,
Un terrible thriller en el que pululen
Demonios saltarines sobre el desierto rojo,
En medio de una noche feroz.
Porque eso es lo que he vivido estos años…
lejos de la línea del cielo,
donde una vez deposité mis sueños.

Quiero decir adiós a los demonios saltarines,
al rojo desierto oscuro, donde brincan
los dólares en una perpetua noche feroz.

Quiero recuperar mis sueños,
repletos de besos
y descansar de nuevo
sobre tu cuerpo desnudo,
sobre tu hermoso cuerpo desnudo.
Quiero reiniciar una vida nueva, juntos,
Como cuando solo teníamos
el latido de nuestros corazones
y el placer de nuestros cuerpos desnudos,
y la línea del cielo para nuestras ojos.

No me pidas que vuelva a lamer el cielo
de los poderosos, adoquinado
con divisas y lingotes de oro,
muy lejos de la línea del cielo.

No me pidas que olvide las viejas heridas,
de quienes se declararon mis enemigos
por un dólar tríste recién salido de la fábrica.
No me pidas que olvide humillaciones
y sodomías en la noche oscura,
repleta de demonios saltarines
sobre un desierto rojo feroz.

Quiero escribir un terrible thriller
en el que todos estemos solos
al caer la tarde, mientras los poderosos
preparan sus orgías,
en mitad del desierto rojo,
sobre la arena hormigueante
donde millones de demonios saltarines
ofertan a la baja por almas sin conciencia.

No me pidas que regrese a la noche oscura,
al desierto calcinado,
lejos de tu hermoso cuerpo desnudo,
lejos de tu pecho palpitante,
donde no pueda ver la línea el cielo
y sentir entre mis dedos el tacto
de los viejos sueños.

Quiero danzar contigo una última danza,
nuestros cuerpos desnudos,
enlazados sobre la generosa arena
de cualquier playa desierta.

Antes de que tú también entregues
tu alma a los mezquinos demonios
saltarines que cotizan en bolsa,
pujando por almas corruptas
que se han vendido al vil metal,
lejos de la línea del cielo,
lejos de la hermosa línea del cielo
donde habitan mis sueños,
donde aún quedan restos
de besos y caricias.

Déjame bailar esta última danza
piel con piel, boca con boca,
con tu cuerpo desnudo,
con tu hermoso cuerpo desnudo.

 

Gracias amigos. Solo he tenido que dejarme llevar por la música y anotar mis impresiones. Creo que también hay otra canción que habla de cuerpos desnudos, debí de inspirarme en las dos pero solo he encontrado ésta, cuando encuentre la otra la subiré también. La música me ayuda mucho a encontrar musicalidad a los versos. Un saludo.

Sí, creo que la he encontrado. Es esta. Copio aquí la letra traducida al español.

Memories

Frankie Lane, cantaba Jezabel,
Asignó una cruz de hierro a mi solapa.
Caminé hacia el más alto y la chica blondest
Dijo: «Mira, no me conoces ahora
Pero muy pronto lo harás.
Así que no me dejas ver
No me dejas ver
No me dejas ver
Tu cuerpo desnudo

Sólo me baila el lado oscuro de la gimnasia
Lo más probable es que te voy a dejar hacer casi cualquier cosa
Sé que tienes hambre, lo oigo en tu voz
Son muchas partes de mí al tacto, puedes elegir tú.
Pero no, no lo ves
No no puedes ver
No no puedes ver
Mi cuerpo desnudo»

Estamos bailando cerca, la banda toca Stardust globos
Y serpentinas de papel flotando sobre nosotros
Ella dice, «Tienes un minuto para enamorarte»
En los momentos solemnes como éste he puesto mi confianza
Y toda mi fe para ver
Toda mi fe para ver
Toda mi fe para ver
Su cuerpo desnudo.

 

 

Bueno, creo que también es interesante la letra de la otra canción. La subo aquí, en inglés y en español.

Dance me through the panic ‘til I’m gathered safely in
Lift me like an olive branch and be my homeward dove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Oh let me see your beauty when the witnesses are gone
Let me feel you moving like they do in Babylon
Show me slowly what I only know the limits of
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the wedding now, dance me on and on
Dance me very tenderly and dance me very long
We’re both of us beneath our love, we’re both of us above
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the children who are asking to be born
Dance me through the curtains that our kisses have outworn
Raise a tent of shelter now, though every thread is torn
Dance me to the end of love

Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic till I’m gathered safely in
Touch me with your naked hand or touch me with your glove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Letra Dance Me To The End Of Love de Leonard Cohen en espańol

Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente
Baila conmigo a través del «pánico hasta que esté a salvo
Llevame como una rama de olivo y sé mi paloma protectora
Baila conmigo hasta el fin del amor
Baila conmigo hasta el fin del amor

Oh déjame ver tu belleza cuando los testigos se han ido
Déjame sentir tus movimientos tal y como lo hacen en Babilonia
Muéstrame poco a poco aquello de lo solo conozco los límites
Baila conmigo hasta el fin del amor
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta el momento de la boda, bailemos una y otra vez
Baila conmigo con mucha ternura ybaila conmigo por mucho tiempo
Estamos los dos por debajo de nuestro amor, estamos los dos por arriba
Baila conmigo hasta el fin del amor
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta los nińos que están pidiendo a nacer
Baila conmigo a través de las cortinas que nuestros besos han gastado
Levanta una tienda de refugio ahora, aunque cada hilo se rompa
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo
Tócame con tu mano desnuda tócame con tu guante
Baila conmigo hasta el fin del amor
Baila conmigo hasta el fin del amor
Baila conmigo hasta el fin del amor

CANCIONES PARA LA SOLEDAD I


CANCIONES PARA LA SOLEDAD O PARAFRASEANDO A LEONARD COHEN

El año pasado me propuse comenzar a subir algunos poemas-canciones que llevo escribiendo desde hace un par de años o más mientras escucho las canciones de Leonard Cohen. Es asombroso lo mucho que me inspira su música. En realidad la técnica es muy sencilla. Pongo una canción de Leonard y como no sé qué dice en ingles lo que hago es imaginar una letra en español. Es algo que me motiva mucho y que debería haber experimentado hace tiempo, de hecho estoy pensando en hacerlo también con otros cantautores. Ahora que estoy escuchando a Paco Ibañez me doy cuenta de la musicalidad que tienen algunos poemas y de lo mucho que ayuda intentar poner letra a una buena música para que el poema mejore mucho. En mi caso, como me cuesta tanto la rima y adaptarme a moldes poéticos preestablecidos, tales como el soneto, por ejemplo, el conseguir al menos un ritmo musical en mi prosa poética me ayuda a no pensar que estoy escribiendo un relato corto. Desde joven tuve vocación poética y aunque sea poniendo letra a determinadas canciones lo voy a conseguir.

He decidido comenzar el hilo para llegar al ovillo, porque me conozco y si lo dejo otro año esas canciones acabarán perdidas en cualquier sitio. De hecho ya lo están porque he querido subir una de muestra y no encuentro el archivo y cuando lo encuentre seguro que no anoté el título de la canción para insertar el correspondiente video de youtube. El despiste y el caos forma parte de mi vida y lo acepto. Seguro que si tengo el hilo a la vista antes o después me pondré a ello y encontraré la canción y el archivo y luego seguro que me animo a rematar otras que están a medias desde hace meses. Soy muy disperso, lo sé, y ya tengo bastantes series en marcha, pero si no me disperso no me divierto y si no me divierto no hago nada, así que habrá que aceptarme como soy.

No sabía cómo titular esta nueva serie, esta vez poética, que estoy iniciando, pensé en «Canciones de amor y muerte» según el título del Album de Leonard, pero no me gustó porque la temática era más amplia que el título. También pensé en «Canciones desesperadas» pero algunas no me salieron tan desesperadas. Así que he elegido este título provisional.

De momento les dejo con una canción que fue la que me hizo descubrir a este gran cantautor canadiense. Aún no le he puesto letra propia, pero tal vez me anime a hacerlo. Se trata de So. Long Marianne. Os animo a probar esta forma de hacer poesía o poema-canción. A mí me inspira mucho.