LA ÓPERA DEL LOCO IV
ACOTACIÓN
La clon de Plurabella atraviesa el escenario con paso de bailarina de ballet y besa en la boca al bufón, que responde apasionadamente. La concurrencia grita, silva y patalea. El bufón se retuerce y vomita y vomita, pura dinamita. Las figuras imitan a los pataleantes y gritones, se organiza un buen ballet, algo así como el lago de los cisnes. El clon de Plurabella es el cisne y los otros son demonios disfrazados de cisnes negros. Todo esto ad libitum del escenógrafo. La música sigue siendo de Perotinus Magnus, vamos a recorrer gran parte de su obra, no toda, porque es mucha.
LA CONDESITA VILENTA
Aca,aca,aca vemos con bufón, on,on y on. Es repugnante ante, ante y ante ser amada por ese ridículo mutante. Por eso grito, ito, ito y más ito.
ACOTACIÓN
Se pone a gritar. El bufón cae al suelo, se espatarra. Su boca se abre, abre y abre y de ella comienzan a salir una tupida niebla ectoplasmática que es moldeada por manos invisibles. Y de ella sale una obra maestra, estra, estra, estra.
TODOS
E,E,E…EEEEÉ
Repiten y repiten, asombrados, a cuatro, cinco, seis voces. No es para menos, el clon es perfecto, la condesita Vilenta es aún más bella que la real. ¡Qué digo! Mucho más, infinitamente más. Pero tiene un pero. Pero, pero.. ERO ERO
TODOS
ERO ERO ERO, a dos voces, se forma un tremendo contrapunto.